La administración del presidente Joe Biden anunció este martes una nueva y dura medida migratoria que penalizará a todos los solicitantes de asilo que ingresen ilegalmente a Estados Unidos o no hayan pedido esta protección en los países de tránsito por los que atravesaron antes de llegar a la frontera.

La medida podría afectar a los miles que diario intentan esta ruta para llegar a EE. UU. y que incluye a muchos colombianos.

¿En qué consiste la medida?

La nueva regla propuesta por la administración demócrata «presumiría» la «inelegibilidad» para el asilo en ambas circunstancias y le sugiere a los migrantes «aprovechar las vías legales, seguras y ordenadas hacia los Estados Unidos, o a buscar asilo u otra protección en los países a través de los cuales viajan, reduciendo así la dependencia de las redes de tráfico de personas que explotar a los migrantes para obtener ganancias económicas”, dice el texto presentado por el Departamento para la Seguridad Interna (DHS por su sigla en inglés).

La propuesta de Biden no entraría en vigor de manera inmediata ya que primero entrará en su fase de consulta pública durante los próximos 30 días. Está previsto, en teoría, que comience a regir a partir de mayo cuando debe expirar la vigencia del polémico Título 42, que le permite a EE. UU. expulsar personas sin considerar las peticiones de asilo bajo el amparo de la emergencia sanitaria que se decretó en el 2020 para evitar la propagación del covid-19.

Migrantes se reúnen afuera de un refugio en El Paso, Texas.

Así mismo, la administración advirtió que se trata de una medida temporal cuya vigencia inicial es de dos años y que incluye algunas excepciones. Entre ellas que no aplicará para menores no acompañados y tampoco para aquellos que puedan demostrar que se les negó el asilo en alguno de los países de tránsito.

«Para aclarar, esta no era nuestra primera preferencia o la segunda. Son medidas temporales que se toman por necesidad y es el Congreso quien tiene que aprobar una reforma para regularizar este problema», dijo una fuente de la administración a periodistas.

El problema al que se refiere es el número récord de inmigrantes que están apareciendo en la frontera: solo el año pasado fueron más de 2 millones, de los cuales unos 130.000 fueron colombianos. Una crisis que sigue vigente en este 2023 pues ya van casi un millón en los primeros cuatro meses del periodo fiscal (60.000 de ellos colombianos).

Es el Congreso quien tiene que aprobar una reforma para regularizar este problema

El anuncio de la administración Biden representa la movida antimigratoria más dura en lo que va de su mandato y muy similar a otras que avanzó su antecesor Donald Trump.

De hecho, el expresidente republicano ensayó una medida semejante durante su gobierno pero esta fue frenada por las cortes. En este caso se esperan demandas similares contra la medida de Biden.

Bajo las leyes migratorias de EE. UU. los migrantes que huyen de la persecución en sus países pueden solicitar asilo independientemente de cómo hayan llegado al país y permanecer en su territorio mientras se resuelve el caso.

El anuncio de la administración Biden representa la movida antimigratoria más dura en lo que va de su mandato.

Si la nueva norma se sostiene, eso ya no sería viable y se verían forzados a aplicar desde sus propios países o terceras naciones.

Paralelamente, la administración negocia un nuevo acuerdo con México que le permitiría deportar de manera «express» a ciudadanos de otros países, como Colombia, a los que se les nieguen las solicitudes de asilo por no haberlas tramitado de manera correcta y bajo las nuevas guías.

La decisión de Biden, vista también como una estrategia política para evitar las críticas de los republicanos por la crisis fronteriza, también fue duramente cuestionada por miembros de su propio partido y grupos simpatizantes que la ven como retrógrada y draconiana.

Décadas de protecciones humanitarias consagradas en las leyes estadounidenses

«Esto desafía décadas de protecciones humanitarias consagradas en las leyes estadounidenses y los acuerdos internacionales, y viola flagrantemente las propias promesas de campaña del presidente Biden de restaurar el asilo. Exigir que las personas perseguidas primero busquen protección en países que no tienen sistemas de asilo en funcionamiento es una propuesta ridícula y potencialmente mortal”, dijo Krish O’Mara Vignarajah, presidente del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados.

La administración, sin embargo, rechaza las comparaciones con la era Trump y sostiene que de manera paralela han abiertos otros caminos para que los migrantes puedan solicitar asilo pero de manera ordenada.