En Estados Unidos es un problema de salud pública hace dos años y sus consecuencias son mortales.

En el mundo, distintas fuentes de salud estiman que más de 150 personas mueren cada día por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo. Tan solo en Estados Unidos, esta droga se ha convertido en un problema de salud pública que deja a diario 197 muertos.

Una relajación anormal y afecciones al sistema neuronal y altas probabilidades de adicción y sobredosis de los consumidores son sus principales efectos en el cuerpo.

Según explicó la especialista médica, Laura Osorio, el fentanilo es una sustancia usada con frecuencia en el ámbito de la anestesiología, y que funciona como depresora del sistema nervioso de gran potencia. Y es que, este fármaco, creado para calmar los dolores de pacientes con cáncer, tiene un poder sedativo 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.

«Es más potente que la morfina porque se adhiere o se localiza más fácil en los receptores mu, que es donde actúan la mayoría de los opioides. Es decir, están más atraídos al receptor que la morfina y esta intensidad es 100 veces más potente. Tiene mayor potencia analgésica y de sedación», señaló Osorio.

Gracias a esta condición en Estados Unidos se popularizó su prescripción médica de manera legal e ilegal, y que luego este mismo se empezó a mezclar con otras drogas.

El cerebro se adapta al fentanilo, lo que reduce la sensibilidad y dificulta sentir placer con otra cosa.

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Efectos en el cuerpo del fentanilo

Expertos señalaron que su mecanismo de ataque se basa en su interacción con los receptores opioides en el cerebro y en otras partes del cuerpo. Cuando una persona consume fentanilo, ya sea a través de una pastilla, parche, inyección o inhalación, este se une a los receptores opioides en el cerebro, médula espinal y otras áreas del sistema nervioso central.

Estos receptores opioides son proteínas ubicadas en las membranas celulares de las neuronas y tienen la función fundamental de regular el dolor y las respuestas analgésicas, es por eso que la cultura popular señala a este opioide como «una droga zombie».

Al activar estos receptores, el fentanilo provoca la reducción de la transmisión de señales de dolor desde el cuerpo hacia el cerebro, lo que ocasiona que se disminuya la percepción del dolor y puede llevar a una sensación de alivio recurrente y anormal.

Junto a generar una sensación de euforia y relajación, expertos señalan que el fentanilo hace más susceptible de abuso y adicción a las personas. «Su potencia es mucho mayor que la de otros opioides, como la morfina o la oxicodona, lo que aumenta el riesgo de dependencia y tolerancia en un período de tiempo más corto».

«La sobredosis ocurre cuando una droga causa efectos secundarios graves», destaca el National Institute on Drugs Abuse.

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La situación del fentanilo en el país

Julián Quintero, investigador de Acción Técnica Social, una organización que desde 2008 viene estudiando la problemática de las drogas en el país, explicó que en Colombia se desconoce a ciencia cierta el impacto de esta droga en la salud pública, en principio porque no hay en nuestro país un amplio despliegue de análogos sintéticos del fentanilo médico.

«Recordar que el fentanilo que se comercia en el mercado negro en Colombia es un medicamento de uso intrahospitalario, eso es como mercadear con morfina y tramadol, y no es ninguno de los análogos del fentanilo sintético que se comercia en Estados Unidos y Canadá”, enfatizó Quintero.

Para Quintero, si bien es cierto que es importante mantenerse alertas ante el aumento de incautaciones de esta droga en el país, lo cierto es que todo indica que por ahora no hay grandes cantidades de este alucinógeno circulando en Colombia, y que dada la dificultad de comerciar en el mercado negro del país sustancias opioides reguladas, eso implica que no hay grandes riesgos para la salud pública.

Es importante tener en cuenta que el fentanilo es una sustancia controlada debido a sus propiedades potencialmente peligrosas y su potencial para el abuso. El uso adecuado del fentanilo está restringido a situaciones médicas específicas bajo la supervisión de un profesional de la salud, y su abuso o uso indebido puede tener consecuencias graves para la salud y la vida.