El hombre compartió el angustiante momento del que fue protagonista en una prueba.
Adam Knowles es un veterano del ejército estadounidense que se dedica a subir videos a YouTube, probando diferentes armas de fuego, entre ellas el RPG-7, un lanzacohetes antitanque portátil de origen soviético.
Sin embargo, el arma tuvo una falla al momento de disparar, lo que generó una explosión mientras Knowles la tenía en sus manos. De no ser porque el hombre se protegía con un casco, pudo haber muerto en el instante cuando el lanzacohetes estalló, según los médicos que lo atendieron.
Los médicos me dijeron que debería estar muerto
Por medio del canal de YouTube Ballistic High-Speed, el veterano compartió el video, impresionado de las imágenes en las que se ve como una gran llamarada de fuego lo envolvió y como su casco e implementos salieron volando en el instante en el que el arma explotó.
Aunque el hombre quedó con un pómulo destrozado, una hemorragia cerebral, heridas de metralla y quemaduras extensas, pudo haber muerto debido al impacto que recibió.
«No es de extrañar que todos los médicos me dijeran que debería estar muerto», indicó Knowles mientras veía la grabación.
Imágenes después de que explotó el arma.
Foto:
Youtube: Ballistic High-Speed
Knowles quería demostrar el peligro que corre cualquier persona que esté cerca de alguien que dispara un lanzacohetes. Por lo tanto, agregó la cabeza de un muñeco balístico justo detrás del arma; sin embargo, terminó afectándolo de manera directa.
El veterano ya había hecho una prueba en la que mostró que el muñeco que usó había quedado sin un brazo, pues la extremidad salió volando por los aires.
Debido a ello, quería enseñar lo que sucedería si la cabeza estaba en contacto directo con la culata del arma. No obstante, su casco y su visor de seguridad volaron y su chaleco antibalas colgaba de su cuerpo cuando fue arrojado inconsciente al suelo con la cámara todavía encendida.
Tan pronto se produjo el accidente, sus colegas corrieron a atenderlo, mientras uno llamaba al 911 para pedir atención médica inmediata. Fue así como llevaron al hospital, donde recibió múltiples injertos de piel para sus brazos gravemente quemados, le quitaron metralla y le costó una factura de 300.000 dólares.
También sufrió una dislocación de la mandíbula, una lesión cerebral traumática y una hemorragia cerebral.
Aun después de recibir el impacto del RPG-7, Knowles seguirá adelante con las pruebas con otras armas de fuego, así lo informó a través de un video en el canal de Youtube: «Esto no me va a detener, estamos de vuelta a toda velocidad».
