Para cerrar el año con broche de oro, te contaremos una nueva historia de éxito, que demuestra una vez más que si tenemos un sueño, podemos brillar en cualquier lugar, sea cual sea nuestro origen.

Conoce más de Brian Aaron Sheldon, quien, a pesar de haber nacido en los Estados Unidos, siente su corazón latir como un verdadero latino.

Dpm: Brian, cuéntanos cuáles son tus orígenes

BAS: Nací en Van Nuys, Los Angeles, California. Mi madre es originaria de La Habana, Cuba y de allí es donde tengo mis raíces latinas.

Ella quedó seleccionada en la lotería de visas para los Estados Unidos en los años 70 y al llegar acá, conoció a mi padre. Él sí es nacido en este país, sin embargo, sus raíces son alemanas y francesas. Lamentablemente falleció cuando yo tenía 11 años. Tengo una hermana y un hermano.

Parte de lo que más recuerdo de mi infancia es la comida de mi mamá. De hecho, si me preguntan actualmente cuál es mi comida favorita, les digo que es la que ella prepara porque todo tenía el mejor sabor. Mis favoritos eran la Ropa vieja y los plátanos maduros. 

Dpm: ¿Cómo fue tu vida escolar? 

BAS: Estudié la primaria y secundaria en Van Nuys, y al culminar, decidí estudiar música porque era lo que me apasionaba en ese momento. En la institución en la que estaba me iniciaron en los conocimientos generales de esta área artística, sin embargo, no sabía que mi vida estaba a punto de cambiar.

Dpm: ¿Cómo es que cambiaste la música por la venta de autos?

BAS: A pesar de que era muy joven, tenía inculcados valores como la responsabilidad. Sabía que tenía que trabajar y hacer dinero para conseguir mis metas, y el tema de la música no me daba suficiente provecho, así que decidí tomar otro rumbo.

Un día estaba conversando con unos amigos y me preguntaron que por qué no me dedicaba a la venta de autos, tal y como lo hacía mi padre, así que me dije a mí mismo “ok, puedo hacerlo”.

Como este era el trabajo que tenía mi padre en los 80, puedo decir que esto de las ventas ya estaba en mi sangre.

Dpm: Háblanos sobre esa trayectoria profesional. ¿Desde cuándo incursionaste en el negocio?

BAS: Comencé a vender autos a mis 21 años. El primer paso que di fue cuando decidí que estaba listo para trabajar y me fui a Toyota, con la energía y entusiasmo que me caracterizan, pero no me contrataron porque no tenía experiencia.

No me rendí y me fui a otro lugar en el que me recibieron con las puertas abiertas y tuvieron toda la disposición de enseñarme lo que sé ahora. Esa oportunidad fue en Nissan donde pasé 6 años. Fue una experiencia increíble ya que éramos los mejores en ventas, logrando comercializar 1000 carros al mes. De hecho, éramos los primeros a nivel mundial en ventas.

Después tuve la oportunidad de trabajar en Mercedes Benz de Van Nuys y allí estuve 15 años y ahora estoy como gerente de Mercedes Benz Sacramento.

Dpm: ¿Cómo fue para ti ese cambio, de LA a Sacramento?

BAS: La transición no fue fácil porque básicamente tenía que iniciar desde cero, vender mi casa, instalarme con mi familia en una nueva ciudad, también tuve que enfrentarme a muchos cambios especialmente en el área profesional; al final no sabes si las cosas van a salir como esperas, pero puse mi fe en Dios y él fue quien me guio para que me moviera de lugar y sé que él no me movería de lugar si no era para que todo saliera bien.

Dpm: ¿Cómo es tu dinámica familiar, con un trabajo tan demandante como el que tienes?

BAS: Trabajar en el área de las ventas es muy duro, pero al mismo tiempo gratificante. Inviertes mucho tiempo, pero los resultados te llenan a plenitud.

Trato en lo posible de manejar mis tiempos para así darle atención a cada aspecto de mi vida. Tengo una bonita familia a la que amo inmensamente. Mi esposa es también de herencia latina pues sus padres son de Ríobamba, Ecuador. Tenemos dos hijos que nos inspiran cada día a ser mejores.

Dpm: ¿Cuál ha sido el mayor reto de tu vida profesional?

BAS: Muchas veces hay un choque generacional porque hay personas de la “nueva escuela” que piensa que en la vida solo hay que sentarse a esperar las oportunidades. Creo que en la vida si no te esfuerzas, no obtienes lo que quieres. Sí, podemos pedirle a Dios que nos ayude, pero nosotros también tenemos que poner de nuestra parte.

Toda mi vida he pensado que somos capaces de hacer lo que tengamos en mente. En la venta de autos, como en la cocina, hay que ponerle sazón.

Otro reto que convertí en una oportunidad fue el idioma. Aprendí a hablar español, porque todos en mi familia materna hablan el idioma, además que el 90% de mis clientes han sido hispanos. Aunque mi español no es perfecto, nunca he perdido un trato a causa del idioma y eso es un plus en mi trabajo.

Dpm: ¿Cómo te ves dentro de unos años?

BAS: En cinco años me veo creciendo, ayudando a la gente y enseñando a mi equipo a ser buenos vendedores.

Mi mayor anhelo es ser un General Manager legendario. Lograr que todos a mi alrededor avancen en su carrera y mostrándoles con hechos que la honestidad es la base de un trabajo exitoso. Ese será mi legado.

Siempre he pensado que el conocimiento debe compartirse. Así como alguien me enseñó, yo quiero enseñar a otros, sin miedo ni inseguridades porque sé quién soy y a dónde voy. Yo voy para arriba siempre.

En cuanto a los clientes, quiero que todos se sientan cómodos y darles la mejor experiencia, así lleven o no un auto. Especialmente quiero enfocarme en que la comunidad latina no se sienta discriminada o con menos oportunidades por su lugar de origen. 

Dpm: ¿Tienes algún mensaje para compartir con toda la comunidad de d’primeramano?

BAS: Siempre creer en algo, te hará sostener tu fe. Creo en dios porque siempre está conmigo. Él es mi guía en cada uno de mis pasos. 

Tampoco hay que dejar de soñar. Si no tienes un sueño, no tendrán la motivación para levantarse cada mañana, así que luchen por lo que anhelan y trabajen para obtener la recompensa que esperan.