Fernando Jaramillo y Dimayor

El procedimiento administrativo que comenzó el Ministerio del Trabajo contra la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol tiene en alerta a las autoridades de este deporte. La causa, la negativa para comenzar la negociación de un pacto colectivo con los jugadores

¿Qué piden los futbolistas?

La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) presentó en septiembre de 2019, a nombre de más de 1.000 futbolista de 35 clubes profesionales, un pliego de diez puntos para una negociación colectiva, el cual fue desestimado por las autoridades de este deporte, al considerar que ellas no tienen el papel de empleadores.

Los puntos críticos de la protesta de Acolfutpro se han centrado desde hace años en los temas económicos, fundamentalmente, las peticiones al respecto son una participación sobre los derechos de televisión, un plan complementario de salud para los jugadores y sus familias, la realización de un partido de la Selección Colombia en favor de la agremiación y la concertación del número de entradas para los partidos de la Selección y de los torneos locales.

¿Qué tan desmedidas son las peticiones de Acolfutpro? EL TIEMPO consultó los acuerdos colectivos en otros países y encontró que varios de los puntos ya se aplican.
Hay varias asociaciones de Suramérica que hacen partidos de selección para su beneficio.

Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) y la AFA renovaron el pacto colectivo en 2009 en el que se establece que la asociación debe recibir al año los derechos no de uno, sino de dos partidos.

Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor.

En Europa, la Selección de España juega anualmente un partido en beneficio de la agremiación de ese país. Por ejemplo, el partido que ese equipo jugó contra Colombia el 7 de junio de 2017 en Murcia fue en beneficio de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), que recibió cerca de dos millones de euros.

En Brasil, en el acuerdo entre los futbolistas y la CBF, no se habla de un partido, pero sí reciben el 5 por ciento de los derechos de televisión y de imagen.

En otros países, en cambio, ese beneficio se perdió. Es el caso del Sifup, la agremiación de jugadores en Chile, que tenía el derecho a organizar anualmente un partido de la selección de ese país, generalmente contra equipos regionales de Europa, pero dejó de hacerse.

Sin embargo, a cambio, en la nueva negociación de los derechos de televisión, la Sifup recibe un millón de dólares al año, por un contrato de 10 años, dinero con el cual se está conformando un fondo de retiro para los jugadores, algo similar a lo que ya hace Agremiados en Argentina: el futbolista que se va de la actividad debe acreditar seis años de carrera y la asociación le entrega un pago único, correspondiente a un mes de salario por cada temporada que haya actuado. También aplica para el fútbol femenino.

Sobre el tema de las pólizas complementarias de salud, este beneficio ya existe en otros países. La Mutual uruguaya logró que esa póliza no solo cubra a los futbolistas, sino a sus familias. Y la FAA, además de recibir el porcentaje destinado a salud, ya cuenta con los centros médicos para atender a los jugadores y su grupo familiar.

Sobre las entradas para los partidos, uno de los ejemplos es el convenio colectivo en España: los clubes deben entregar 20 entradas a cada integrante de la plantilla o destinar un palco para sus familias.

Aunque solo 4 de los 12 puntos de las peticiones de Acolfutpro tienen que ver con temas económicos, son los que más roncha han generado.